Como dice Algirdas-Julien Greimas, “la apreciación es táctil y no cognitiva”;1 en el caso de la propaganda, bien podría decirse que es táctil y no cognitiva a partir de una convicción: toda mentira y manipulación funcionan en el terreno del engaño, no en la demostración de un hecho, de una teoría o de una dislocación asociativa.
Como se sa [...]